AMOR
QUE EN EL VERSO ANIDA
Vuela
el verso,
como
el ave.
Se
posa,
de
rama en rama.
El
poder,
de
su volada,
corta
el aire,
vuela
ufana.
En
la corriente reposa,
grácil
y hermosa,
al
socaire,
de
la esencia enamorada.
Pérfidas
notas,
se
cuelan,
entre
palabra y palabra.
La
voz ceñida,
a
su acento.
La
letra,
unida
a su alma.
Dolor,
que
en cada momento,
cede
al amor,
cuando
ensalza,
la
vida en cada sonata.
Perfume,
deja
a su paso,
un
aroma que resbala.
La
mirada,
entre
los párpados,
se
va posando,
en
la cara.
Olor,
agridulce
y sabio,
deja
huella,
como
brasa,
en
el corazón que ama.
Viento,
que
su rima alada,
va
dejando,
en
cada paso,
de
la incipiente palabra.
Gotas,
de
la lucha interna,
que
en su pecho,
se
derrama.
Verso,
que
dentro se cuela.
Un
visitante que ama.
Vuela
el verso,
entre
las almas.
Su
vuelo,
invade
la calma.
Pone
acento,
al
sentimiento.
Despierta,
dormidas
hadas.
Rebrotan,
sueños
perdidos,
como
redivivas danzas.
Amor,
que
en el verso anida,
como
un beso,
que
reposa,
sobre
el rostro,
de
quien ama.
A.L.
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15/02/2020
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