Poemas y pensamientos

  SENTIR MIRANDO Y sintiendo lo que veo, voy sintiendo lo que siento. La realidad que golpea, con inesperado empeño. Aleteos de los sueños, que en la realidad se posan. Como bellas mariposas, buscando un destino nuevo. Mientras miro lo que siento, voy sintiendo lo que veo. Un delicado suspiro, que se escapa de lo bello. La verdad entre los versos, de la vida que declama. Una voz en las mañanas, Y en las tardes, un silencio. Amigos de aquellos tiempos, y amistades de lo nuevo. Que sienten como lo siento. Y sintiendo se merecen. Amistades que comprenden, lo que siento cuando sienten. Son amigos verdaderos, que entregan sin poner precio. La verdad es el sentimiento, y la realidad que acerca. El pensamiento que obliga, como lo es la nobleza. Y sintiendo lo que veo, voy viendo lo que respira. Un febril conocimiento, que en la mente se reaviva. Voy sintiendo lo que miro, con los ojos de un ser nuevo. Y me acerco a lo que brilla

  ENTRE PÁLPITOS Caminando entre las trampas, que la vida nos depara. Va el caminante entre dudas, soportando su ignorancia. Y en las noches de vigilia, cuando nunca acude el sueño. Vive el inspirado anhelo, de descubrir sus misterios. En la farragosa senda, que conduce hasta su término. Viaja el dúctil pensamiento, entre la muerte y la vida. Sopesando los misterios, de la magia, que es la vida. Con el corazón envuelto, en palpitantes sentidos. Así, se gesta el camino, que va en la vida naciendo. Con sus gozos y alegrías. Con errores y tropiezos. Y cuando alcanza la cúspide, del conmovedor momento. La vida cobra sentido, caminando entre los restos. Restos son los que se olvidan, en los tambaleantes pasos. En constantes titubeos, sobre el naciente sendero. Pero, el amor, que es lucero, que ilumina cada vida. En el corazón es fuego, que hace del odio, cenizas. Insondables los misterios, que la vida nos dedica. Escritos, más no visibles, sob

  MIRADAS... Se refleja en la mirada, lo que arde en tu interior. Un fuego devorador, que en tus ojos se refleja. Un tormento, que es la pena. La pena de aquel amor. Amando en el interior, lo que tu mirada lleva. Reflejo de los romances. De lo que fue y lo que queda. Restos de un mundo que albergas, en ese mundo interior. Y abrazado al corazón, con inusitada fuerza. Late un ser, que es el autor, de tus alegrías y penas. Es tu mirada un poema, Escrito sobre la vida. Es tu mirada, la rima, que rima con tu odisea. De los ojos, lo que expresan, con la fuerza de la vida. Tu mirada es cristalina. Reflejos de un tiempo viejo. Y en el fondo, donde habitan, loa seres que un día fueron. Se alberga, una eterna lucha, de vigorosos guerreros. Mirada, que al mundo mira, con los ojos de lo auténtico. En los ojos se adivina, el gozo y el sufrimiento. Se refleja en tu mirada, la belleza, que se inspira, en los más hermosos sueños. Ret

  DUERME Y DESPIERTA Se despierta la añoranza, del sopor en el que se halla. Y se duermen las conciencias, en los tálamos del alma. Con el fruto de los años, recolectados con calma. Amantes en los floreros. Como recuerdos de antaño. Se despierta la codicia, de las fallidas conciencias. Y se duerme la estulticia, en las mentes que deliran. Entre trampas se deslizan, los amores que despiertan. Con la pasión entre rejas. Del calabozo en que medra. Se despiertan entre sueños, las palabras verdaderas. Y las mentiras se acuestan, entre falacias y espinas. El amor se despereza, entre mimos y caricias. Y el ladrón duerme la siesta, descansando de sus dolos. El corazón se despierta, latiendo entre los rescoldos. Y el sentimiento se acuesta, con la vida, que es maestra. La esperanza, ya está alerta, para alcanzar las estrellas. Y se duerme la experiencia, cansada ya de sus logros. El amor, nunca se duerme, porque

  DURMIENTES MENTES Perdido entre los sueños, de mis durmientes noches. Busco entre las realidades, la magia de lo que esconde. Ansío encontrar las vidas, que en mi camino vivieron. Y camino de puntillas, por escabrosos senderos. Vidas hay, como en mis sueños. En mis peores pesadillas. En los plácidos momentos. Y en los tenebrosos sueños, donde tiembla cada vida. Hay sueños en los recuerdos, donde nacen nuevas vidas. En la claridad viviendo. El tiempo nunca se olvida, de aquellos bellos momentos. Como recuerda entre alientos, los instantes más perversos. Y así, la vida camina, como un beodo en los recuerdos, que, perdidos, se prodigan. En su pertinaz empeño. El amor vive y respira, en un expectante verbo. Agazapado en la orilla, de los nebulosos sueños. A la espera de ser dueño, de las mentes que suspiran, que sea realidad, no un cuento. Y así, deambulan perdidas, en un mar de desencuentros. Bebe el tie