LA CLAVE, ESTÁ EN EL AMOR

El miedo habla al oído,

con voz queda,

susurra en los sentidos,

y al corazón altera,

golpeando sus latidos.

A quien alcanza enseña,

a ser mudo y sumiso

o si en terror se torna,

a enloquecer sin freno,

devorar lo que crezca.

Se ha volcado en el miedo,

el invierno maldito,

el fuego del averno,

en la violencia habita,

sanguinario viajero,

cimitarra afilada,

que cercena la vida,

con su siniestro acero.

Cuando se enquista es dueño,

del odio y del suicida.

Miedo escénico,

miedo cerval y traicionero,

miedo que cercena el nervio,

que da vida al sentimiento.

Miedo que la vida afloja,

que en pavor,

sin más, transforma,

en parásito al dolor.

Miedo que viaja por dentro,

explotando al exterior.

Se va arrebatando el sueño,

agrietando la esperanza

y a quienes imparten miedo,

del pensamiento, en los dueños .

Cierra la puerta al valor,

que se acurruca entre sábanas.

El miedo busca al amor,

para convertirlo en arma.

Se va agrietando la voz,

que queda rota en su causa.

Temor que aferra el sentido,

amor que deshace el miedo.

El valor de lo vivido,

tiene en el miedo su precio.

Miedo que estriñe la esencia,

que vive en el intelecto,

amor que al miedo derrota,

cuando es sincero y auténtico.

Miedo que al nervio agarrota,

y que el amor deja suelto.

Miedo y amor, vida y verbo,

a las mentiras sujetos.

Vence al temor la verdad,

que deshace los secretos,

que atenazan la razón.

La clave está en el amor,

doblega todos los miedos,

sean ancestrales o nuevos.

A.L. (ángel l. pérez)

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12/08/2020