CANTA LA VIDA



Aferra fuerte, el timón,

el timonel, de su vida.

Y emprendiendo la partida,

se dirige a algún lugar.

El destino, ya dirá,

el lugar que le asignó.



La flor extiende sus pétalos,

para mostrar la belleza.

Su ser, que al ser de la tierra,

emerge bella y sin mácula.

A cambio, no pide nada,

en su estática pureza.



Nace el ser, y en su rareza,

da a la vida su quehacer.

Vive, a veces, sin querer,

pues es su naturaleza.

Camina con entereza,

Y crece, en su padecer.



Dichosa el ave que vuela,

y siente al peregrinar,

que es suya la Tierra entera.

Surca el aire, y en su estela,

va dejando su trinar.

Su belleza es casi etérea.



Surca el velero, la mar,

con la fuerza de sus velas.

Su rumbo es la eternidad,

y su destino le espera.

Rompe las carnes del mar,

con la quilla de su fuerza.



La vida extiende su manto,

el manto de la existencia.

Y la viste de belleza.

También, con las ropas viejas,

de sus arcanos pasados.

A veces, viste con llanto.



Canta la vida, y su canto,

deja en la existencia huellas.



Ángel L. Pérez ®

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07/07/2023

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