VA Y VIENE...

Deja una huella indeleble,

cada paso del camino,

pero no altera el destino,

porque el destino es hollar,

en cada instante vivido,

el sendero a transitar.

Senda de múltiples trazos,

que cambiantes como el viento,

de encrucijadas de atajos,

de un giro en cada momento,

muestra un rostro diferente,

una faz que va cambiando,

como el color del paisaje,

como en los ríos sus cauces.

Preso el verso entre las líneas,

que torcidas se retuercen,

como sarmientos que ascienden,

hiedra que al muro se aferra,

que a sus defectos se adapta,

como el agua a cada piedra,

a cada meandro del río,

amor que en el alma medra.

Pasos que dudan y tiemblan,

como titilan las hojas,

con la impredecible brisa,

duda que la mente alberga,

y que buscando deambula,

para encontrar la certeza,

ojos que inquietos se asombran,

de como cambia la senda.

Cambia de olores el aire,

como cambia el firmamento,

como varía cada verso,

con el ritmo de la rima,

torna cada noche el sueño,

que se fue al llegar el día,

y es distinto cada beso,

y es diferente la vida,

plasmada en cada momento.

Torna y retorna la vida,

en su incesante camino,

como un brote que renace,

libre con cada latido,

como un querer oscilante,

que va y viene, como el aire,

sin predecir su sentido,

sin saber que rostro tiene.

Angel L. Perez ®

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08/11/2021