ASOMADO EN EL UMBRAL



El verso cruzó el umbral,

paso firme y atrevido,

apreciando lo sencillo,

con su mirada escudriña,

y en la intensa oscuridad,

de la sala de las vidas,

fue depositando luces,

que iluminen cada día.

 

Amores que no se ven,

versos que en silencio sueñan,

pensamientos de papel,

página en blanco que espera,

que la posean las letras.

Temblores al comprender,

que es más verdad lo que crea,

que la fuerza de creer.



La estancia quedó desierta,

vacío que el tiempo deja,

en su ágil peregrinar,

palabras que el viento aleja,

disueltas en el cantar,

del amor que las recrea.

Una sutil emoción pasa de largo,

más deja, su brillante resplandor.



La mar plegó la marea,

alas de líquida esencia,

que se alejan y se acercan,

para volver a empezar.

Fuente de agua cristalina,

que da vida o te la quita,

si el humano la envenena,

vidas que así se marchitan.



El verso cruzó el umbral,

para dar la buena nueva,

los ojos brillando alientan,

tierna mirada que besa,

luz cegadora que observa,

cada gesto que penetra,

envolviendo la materia,

con su halo de humanidad.



La rima, pasó fugaz,

enamorando la estrofa.



A.L. (ángel l. pérez)

NO SOY LO QUE ESCRIBO... SOY, LO QUE TÚ SIENTES AL LEERME

(anónimo).

Poesía es lo que tú construyes al leerla (A.L.).

No guardo métrica alguna... Si así ocurriera, sería pura chiripa.



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22/05/2021

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