QUE RENAZCAN LAS FLORES

Se fue muriendo la pena,

cuando el amor afloró.

Y se anuló la condena,

de vivir con el dolor.

Se desborda la ilusión,

del vaso de la esperanza.

Y se siembra la confianza,

para un futuro mejor.

Se fue mudando la vida,

como la piel el ofidio.

Y se cerraron los grifos,

que emanaban el sopor.

Fue cambiando de color,

como cambia el camaleón,

ante un paisaje distinto.

Ese efecto hace el amor.

Primaveras en los ojos,

y colores en los labios.

Que como sabores sabios,

besan de amor otros labios.

Florecen en los dolores,

las vidas, sin los agravios.

Que van frunciendo los labios,

que asaltan en los caminos.

Se mudan los sacrificios,

para ahuyentar los dolores.

Y resucitan las flores,

bañadas de amores líquidos.

Se van fundiendo los hielos,

que congelan los anhelos.

Y se despiertan los soles,

para alumbrar lo escondido.

Que se queden como están,

los amores verdaderos.

Que no cambien sus vestidos,

por otros de celofán.

Que no mueran los sentidos,

que alientan nuevos amores.

Y que no sean los favores,

el precio de la amistad.

Ángel L. Pérez ®

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22/03/2024