NO PIERDAS EL NORTE.



Cuando el hombre retrocede.

Sorteando su destino,

los favores recibidos,

con el paso de los años,

se diluyen como el barro,

en fracaso convertido.



Pasan de largo los sueños,

que antaño nos prometimos.

Y aferrados al presente,

como agarra el pecho un niño,

crece la desesperanza,

sobre un futuro perdido.



Sopla la brisa sin aire,

como la voz que se calla,

como el rosal sin la rosa.

Como el ave sin sus alas.



Cambia la idea concebida,

para ser puesta en escena.

Pero perdida en caminos,

que frenan su cometido,

acaba siendo anotada,

en las hojas del olvido.



El hombre camina ausente,

cada vez más solitario.

Y entre los dedos se pierde,

el tiempo que va pasando.



Con pedazos de mentira,

y verdades camufladas.

Facilonas emociones,

van llenando su mochila.

Y nadando entre la niebla,

como una brújula loca,

se deshacen los proyectos,

se derrumban las moradas.



Dulce música que envuelve,

como cantos de sirena.

Soporta estoico el que quiere.

Se refocila el que medra.

Y cruzando pensamientos,

con propósitos sinceros.

Entre las ruinas se teje,

la madeja de los sueños.



Caminante, no hay camino.

Solo universos de anhelos...



Ángel L. Pérez ®

SOY LO QUE ESCRIBO Y LO QUE TÚ SIENTES AL LEERME

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27/03/2024

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