SIN RUIDO

Se fue, como se va lo noble.

Sin una mínima queja.

Un aura de la belleza.

Que latía en su interior.

Como en un ser superior.

Que se unge de grandeza.

Los ojos hablan de amor.

Su cuerpo, de noble, tiembla.

Puedo escribir los versos este día.

Recordando aquella mirada tibia.

Puedo escribir, y escribo,

conteniendo el recuerdo que me inspira.

Y puedo escribir, porque es el día,

que, inspirado, me encuentro.

Quiero sentir y siento,

que, el corazón, sigue latiendo todavía.

Se fue como vivió,

con la mirada limpia y pura.

Sin dobleces, ni dobles sentidos.

Con la alegría patente,

en sus alegres ojos.

En cada mirada el gozo,

de sentir mi mirada.

De intuir que era el centro,

del pensamiento mío.

Y así, preso me encuentro,

en su recuerdo vivo.

Que en cada movimiento,

su imagen cobra vida.

Y acude el sentimiento,

a recordarme el día,

que, juntos anduvimos.

Y en cada pensamiento,

que aflora, y cobra vida,

su presencia se aviva.

Se fue, sin un solo ruido.

Ángel L. Pérez ®

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17/04/2024