ECOS DEL SILENCIO

En el silencio, el sonido,

de la vida que respira.

El silencio, que no existe,

que aunque carezca de ruido,

la naturaleza suena.

El silencio es del olvido.

Ensordecedor silencio,

de la vida que dormita.

Envuelta en las pesadillas,

de los turbadores sueños.

Como aleteos, son las horas,

que pasan, como veleros.

Suave roce entre las hojas,

como caricias de viento.

Silencio, dijo el silencio,

cuando se acerca la hora.

No hay silencio en las auroras,

cuando bosteza el recuerdo.

Enmudecieron los ecos,

de las olas, que en las rocas,

como posesas se estrellan.

Y callaron las trompetas,

enardecidas de guerra.

El ruido volvió de nuevo.

El silencio cobró vida,

en el profundo desierto.

Desiertos, quedan, sin vida,

como polvorientos restos.

Y el amor, que a veces grita,

del silencio, se hizo el dueño.

Silencios, que son sonidos,

que anidan sin voz ni verbo.

Clama el silencio, que es vida,

como de la vida el trueno.

Amor, que amando en silencio,

en la posesión, es ruido.

Silencio de quienes fueron,

pero suenan como versos.

Ángel L. Pérez ®

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03/08/2023