Poemas y pensamientos

  MITOS CAÍDOS Los mitos se van cayendo, como amarillean las hojas, para caer casi secas. Las mentiras se desbordan, y la apariencia reseca, con el tiempo se deshoja. Ojalá, queden intactas, las grietas que se rellenan, con palabras de esperanza. Cuando cambia de color, el amor torna a violeta. Y cuando es multicolor, a todas las almas llega. Que no sea un mito el amor, y su inmensidad sea eterna. Que no enmudezca su voz, ni se agriete su certeza. Que se clame a viva voz. En un santiamén coloca, la palabra el palabrero. Más, no puede ser certero, si lo hace a tontas y a locas. Solo salen de su boca, clavos, que enclaustran, el sentido verdadero. Y no llega el aguacero, por mucho que se convoca. Luz profunda y cegadora, que en la esfinge se posa. Y el ídolo de barro, al fin, se desmorona. Y en la inmensa alborada, donde los cuentos moran. Se han quedado en reflejos, las figuras con trampa. Muere el sueño en el alba. Amanecer de sombras, qu

  TODO O NADA Sumergido en la nada, voy nadando en el todo. Y siendo casi nada, bebo ávido de todo. Soñando, lo soy todo. Y entre todo, no hay nada. Vuelo entre las nadas, como si fuera todo. Y siempre pasa algo, aunque no pase nada. Una pizca de todo, sigo siendo en la nada. Y siendo solo un poco, soy mucho, si no hay nada. Y sueño entre los muchos, sin ser apenas nada. Así, vivo en el todo, cargando con las nadas. Y entre muchos voy solo, pero vivo con poco. Caminando en las nadas, voy pisándolo todo. Y un conjunto de todo, es, al fin, casi nada. En fin, que siendo poco, bailando entre los todos. Creyendo que sé todo, sé, que no se nada. Así, deambulo solo, perdido entre los todos, que me saben a nada. En armonía con todo. Siento, que nada tengo, pero, vivo entre todo. Y es todo tan pequeño, que grandes son las nadas. Todo pasa, y no es nada, cuando no queda nada, en el inmenso todo. Amor, de todo o nada. Voy yendo poco a poco, en

  AMORES EN EL ARCÓN Cuando habla el corazón, enmudece hasta la Tierra. Y el viento presta atención, a cada nota que nace. Es tan fuerte su palabra, que arrebata la emoción. Y se callan quienes yacen, ante su potente voz. Gritan las turgentes piedras, cuando el martillo golpea, su robusto y pétreo cuerpo. Llora el sauce entre los dedos, del músculo de sus ramas. Y en un ardid, que es misterio, nacen fluidas las palabras. Cuando el amor, late dentro. Caminos sin señalar, entre la espesura intensa. Graves siempre las ofensas, que le hacen al corazón. Un enorme corpachón, que un gran amor alberga. Caminos en la emoción, que al sentimiento te llevan. No se acalla la conciencia, con mentiras ni prebendas. Circula la sangre espesa, para tapar el camino. Es la esencia que se queda, impregnada en los sentidos. No hay verdad en el olvido, sin vivencias en la senda. Amores en el arcón, de los sueños olvidados. Que entre las nadas palpitan, como viol

  DUERMEVELA SIN FIN Y en plena pesadilla, nació la criatura. La luz en la penumbra, que emerge de la sima. El duermevela íntimo, de un ser que se desvela. En amores de pánico, entre cenizas muertas. El aroma del verso, a mi olor ha venido. Con el perfume etéreo, de un sentir bienvenido. Corretean en los sueños, los recuerdos perdidos. Y una nube de ensueños, ocultan lo vivido. Y es feliz cuando gime. Es dichoso su gesto. Es tan hondo el matiz, que no puede ni verlo. Solo un leve desliz, se ha escapado del verbo. Y, al fin, siente el latir, de su ahogado intelecto. Un hermoso tapiz, cubre de nuevo el cuerpo. Y dentro, en la matriz, donde se gesta el verso, se ha creado el jardín. Lirios y rododendros, nacen, como sin fin. Como un géiser, de dentro. Y al fin, al ser feliz, las pasiones han vuelto. Ya no mira al trasluz, mira a la luz sin miedo. Y en ese devenir, de amores y cruceros. Se han quedado hasta el fin, versos, rimas y anhelos.

  ENTRE LOS HUECOS Buscando entre los huecos, de la extinta memoria. Ha surgido una chispa, de un recuerdo que flota. Las remembranzas locas, de unos ojos que lloran. La vida ya retorna, a un pasado entre sombras. Jazmines en los ojos, de un jardín que renace. Y una ola gigante, que avanza como loca. El verso se ha colado, entre las verdes hojas. Y camina una alondra, sobre un verso que vibra. Gota a gota se agota, el tiempo de los verbos. Una cuchilla roza, la piel de los perversos. Y una pendiente rápida, conduce al pozo negro. Donde el odio se extingue. Donde se ahoga el necio. Vendrá la luz distante, que otrora se vislumbra. Serán solo los nombres. Y las auroras místicas. Y un proceloso ímpetu, impulsará la noria. Gira el amor sin rumbo, entre una notas rítmicas. Buscando entre las hojas, del libro de la vida. He encontrado un destello, de luz entre las líneas. Una idea, que súbita, se convirtió en mi lema. No camines con prisa, que

  SILENCIO, GRITÓ LA VIDA     Que no calle el ruiseñor, ni enmudezcan las cigarras. Que brille cada mañana, una sonrisa sin voz. Que no se silencie el son, ni encorseten las miradas. Agravios son, si se callan, quienes siendo esclavos aman, a quien los tiene en prisión. No hay un silencio mayor, de quien debe hablar, y calla. Que no se embride al valor. Enredado entre los ruidos, vive el silencio, cuasi ahíto. Absorbe el sonido, el tiempo, para en silencio, cederlo. No se calla al prisionero, si su voz interna habla. Ni al oprimido si grita, cuando el opresor le calla. Se alimentan los silencios, de las voces que los hablan. Dice más verdad, quien mudo, sus actos y gestos, hablan. Amor, que en silencio grita, porque le sale del alma. Y voces que vociferan, si son sus razones vacuas. Cruzó el silencio el poema, para dar sentido al karma. Desbordante la pasión, en silencio contenida. Que gime cuando se olvida, el ruido de su canción. Un herc

  LLAMADAS... Llamó el amor a la puerta, y contestó la nostalgia. ¿Qué deseas?. Dijo en voz baja. El amor no dijo nada. Solo mostró la belleza, que su rostro iluminaba. La nostalgia abrió la puerta. Recuerdos del más allá, que acuden como llamadas. Susurros, que en las almohadas, dejan mensajes sin voz. Son, como brisas que pasan. Como fugaces estrellas, que en silencio se desplazan. Voces, sin voz, que reclaman. Reclama el amor, su espacio. Y la fallida experiencia, pone freno a su esperanza. Pero, en silencio, despacio, va colándose en las grietas. Y se van acumulando, incertidumbres y dudas. Más, la magia, obra el milagro. El tiempo no se desgasta. Es el verbo el que sucumbe. Roza, con sus manos mágicas, amores e incertidumbres. Pasa, sibilino, ingrávido, como repta un ágil áspid. Y no tiene nada en cuenta. Solo mira, y no se queda. Llamó la magia a la puerta, y contestó la nostalgia. ¿Qué deseas?. Dijo alterada. Mostró sus mágicas man

  MIRADAS LÍMPIDAS Aquellos ojos miraban, como solo la nobleza, sabe mirar, sin dobleces. Y al parpadear aleteaban, en su íntegra belleza, como alegres mariposas. Miraban, como se mira, a una vida que rebrota, en su lecho, casi yerta. Vivarachas las pupilas, como luminarias vivas. Que sanan, cuando te miran. Faros son, como vigías, que muestran sendas, más nítidas, más allá, de su excitante mirada. No solo ven, escudriñan, entre la densa hojarasca. Y al mirar aquellos ojos, sientes que la piel se achica. Esculpen, cuanto descubren, como de artista, un cincel. Profunda mirada, inspira, a quienes rozan sus ojos. Un cálido manto, que abduce, a las gentes que los miran. No solo ven, magnetizan. Así, prendado el poeta, ante mirada tan lúcida. Miró, desde dentro, al mundo. La magia de sus pupilas, en un segundo, hizo música. Y era tan honda, tan prístina, que embelesado quedó, hasta el ser más egoísta. Y el pensamiento voló. Un escalofrío sinti