Poemas y pensamientos

  ¡AY!, QUIEN PUDIERA... Quien pudiera sumarse a la marea, para poder cubrir la suave arena, y salar con sus olas caracolas, y enamorar de olas la belleza. Quien pudiera ser lluvia y abrazarse, a la carne del mar, líquida madre, que a tantos seres vivos alimenta, y ser la ola que baña a los amantes. Quien pudiera ser hálito de un sueño, y presentir la vida que se acerca, con las palabras justas, verdaderas, con el amor intacto sin reservas. Quien pudiera ser rosa y primavera, soplo de aire y paloma mensajera, el suspiro de un corazón amado, una vida sin ser la marioneta, o el hilo que la mueve y la sujeta. ¡Ay!, quien pudiera ser la suave brisa, que al bello rostro mima y acaricia, que peina el dúctil vello y la sonrisa, que cada poro besa de la piel que tiembla, que amaina los sollozos como un bálsamo. Quien pudiera ser tierra o ser el árbol, que da sombra y frescor en la canícula. Quien pudiera ser senda y ser sendero, y ser paso que piensa y ser viaj

  EL VERSO SE HA DORMIDO El corazón se parte, como un falso diamante, y rebota el latido, gritando dolorido, y en ese mismo instante, el corazón herido, sangró, pues ya no late. El verso se ha dormido, con un suspiro errante, con la rima asonante, en su cuerpo de estrofa, y en su leve ronquido, se aprecian sus derrotas, sus sueños y delirios. Embates del camino, forjaron el destino, en la lucha constante, donde el miedo es instinto, donde el valor se bate, con el sentir del niño, en cada frágil viaje. Con las manos abiertas, extendidas, silentes, se ha pedido a la vida, que se pare un instante, y con palabras sabias, de la vida que late, se ha mudado el semblante. Se ha dormido el sentido, se despertó el gigante, se acallaron los gritos, se gritó sin sonido, con gestos balbuceantes, el coraje ha salido, airoso del combate. Amores entre líneas, amor que se ha vivido, entre las bellas notas, de un amante latido, y al sentir el olvido,

  NO RENDIRÁN MI ESPÍRITU Cuando el viento limpie, mi playa de arena, con los ojos abiertos, veré crecer la hierba, serán mías tus penas, y serán mariposas, tus pestañas de seda. No venderé mi espíritu, ni cederé ante el miedo, no entregaré el aliento, nunca seré vendido, libre es el pensamiento, que ocupa mi cerebro, libre es la rebeldía, que hace temblar mis huesos. No sembrarán mis campos, ni abatirán la fuerza, que anida en mis adentros, no es moneda de cambio, la libertad que siento, no soy ni tengo precio, no vendo mis ideas, no ensuciarán mi huerto. No cederé mi mente, a falaces conciencias, ni escribiré torcido, para que no se entienda. No beberé del vaso, de su líquido infecto, el valor no se compra, con autos en la puerta. No ensuciaré mis manos, con sus manos infectas, ni llamaré a su puerta, nunca doblegarán, la verdad que me alberga, jamás seré el esclavo, del reino donde reinan. Por mucho que conquisten, no ocuparán mi t

  PERMUTA, TRANSFORMA, MUDA Todo cambia, todo muta, todo muda, nada muere, porque todo se transforma, porque todo se devuelve, con otra forma y textura. Nada permanece igual, cada canto es desigual, aunque sea igual su escritura. Cambia de color el Sol, cambia de tonos la Luna, y el canto del ruiseñor, cambia su tono sin duda. Cambia la sombra y la luz, cambia el sueño que dormías, y van cambiando los días, la piel, cada instante muda. Cambia la duda en certeza, y en la certeza se duda, muda el retoño en la cuna, y el pelaje del jaguar, va tornando según muta. El viento a la vela impulsa, que se hincha, tensa o se arruga. Cambia el habla y la estatura. La mar su forma transmuta, y el recién nacido cambia, y lo que fenece muta. Va cambiando la mirada, con lo que se ve y se mira, cambia el tono la pupila, según la sombra y la luz, y en plata el vello demuda. Se desfigura el recuerdo, que retorna por sorpresa, se redondean sus formas, y se lim

  LA VOZ SE HA QUEDADO HUERA Hay quienes creen que son dueños, de la vida y de la muerte, e insuflando miedo encubren, su nefasta podredumbre, como cicuta es su voz, que a quien la escucha se pudre, sus cartas nunca descubren, de los poderes son títeres. Operetas de arrabal, cuyas voces nunca llegan, al centro de la ciudad. Lamentos, que como el viento, danzan buscando un destino, dando bandazos sin tino, con el hedor confundidos, a oídos sordos ajenos. Con las cartas boca arriba, demuestra el justo su rostro, no se esconde tras las cifras, no oculta en la manga el as, muestra su cara sin más. A cualquier disfraz ajeno, no se camufla en la trampa, muestra su faz con respeto Ojos que siempre revelan, lo que las muecas esconden, no importa el color y el nombre, la verdad está en quien mira, la delatora pupila, que relata lo que esconde. No hay risa que tape el iris, fiel refleja la mentira. Hay quienes creen que son dueños, de los cuerpos y las

  AMAR LO QUE SABE A AUTÉNTICO Forjar un vínculo eterno, con la tierra en la que habito, con los dos pies en el suelo, y la mente al infinito. Semillar las alegrías, sentir la vida en los huesos, y ver sin ver los latidos, que palpitan sin saberlo. Mirar la nada translúcida, sentir el vacío dentro, ver el pánico sin verlo, invadir carnes y nervios. Vivir mirando hacia arriba, morir mirando hacia adentro, vibrar con el aleteo, de las alas del momento. Verdes se fueron las hierbas, que adornaban el paseo, cubiertas por el cemento, ahogadas sin el aliento, privadas de su alimento. Negras se fueron las horas, y blancas las devolvieron, quienes lucharon por ellas. Habla todos los idiomas, el verso que ama y que vuela, el que remonta los cerros, el que en los mares navega, el verso que cruza el tiempo, que no conoce fronteras. Su voz es pausada o recia, según siente quien la piensa. El amor buscó el espacio, entre los huecos que quedan, y acarició

  RETORNAR AL ORIGEN Y ABRAZARLO En el ocaso de los atardeceres, silba un violín incandescente, un coro de cigarras enmudecen, ante el canto ritual de los gorriones. Bailan en la alfombra hojas secas, tupido manto del calor estival, alfombrada la magia y sus secretos. Florece sin cesar adolescente, en el amor tribal de sus congéneres, cuajadas de energía las corrientes, de la imparable sangre joven. Detenida la voz en el latido, vuelve a ser niño el hombre, y mujer la adolescente. El corazón se ha roto entre las rocas, pétrea la calentura que le acoge, en una mazmorra insoslayable, de aventuras y embates sostenidos, morada de diatribas y combates, un corazón de huecas caracolas, en una procesión de amaneceres. Amor de corazones y de carnes, de sangre efervescente y primitiva, el beso es la corriente que reaviva, que abraza, que sostiene, que comprende. Un corazón sin mácula respira, que cuál enfurecido torrente precipita, las voces interiores que le

  QUE NO SE RINDA EL AMOR Guirnaldas en el jardín, de los sueños olvidados, de promesas un sin fin, que se quedaron flotando, bailando como pavesas, en el inmenso vacío, donde la nada es la dueña. El campo de marrón viste, a ocre las hojas tornan, promesas de recio estío, las energías calientan, y alegres las amapolas, el rojo al ojo presentan, sangre fértil de la tierra. El colibrí al viento reta, mientras el jilguero trina, para adornar el jardín, de alegres notas de fiesta. Ya picotea el gorrión, las migas que se desechan, y se afana el ruiseñor, y el urogallo se encrespa. Amores en la calima, bajo el sol abrasador, que se filtra en la neblina, el grillo en la siesta chilla, y se esconden las ardillas, al rugido del motor. El viento al calor se humilla, y sobrevive la brisa, espesa como el sopor. Que no se rinda el amor, aunque se agoste la tierra, que el halcón siga su vuelo, que no sufra quien amó, que no se tiemble de pena, que no se

  VIVO COLGANDO DEL SUELO Bebo del día y de la noche, libo de la oscuridad, palomas vienen a verme, gorriones que ya se van, con el humo de los sueños, se cubre la realidad. El teléfono no para, y las musas se amontonan, letras que ya me abandonan, luciérnagas que me arropan. Negras alas aletean, versos que bailan sin velas, sonidos en el silencio, como caricias de hojas, del árbol de la vergüenza. Grietas entre las nostalgias, cicatrices que no cierran, surcos en cada mirada, huecos en cada belleza, amor entre ceja y ceja. Acuden a mi mente, una orquesta de notas. de ideas una pléyade, de recuerdos mil formas, un aluvión de sueños, mil sensaciones locas, y un coro de mil voces, cantando como locas. Acuden a mi mente, mil bandadas de ánades. Bebo de amaneceres, y me baño con las náyades, mi alimento es el espíritu, que me nutre en los quehaceres. No se rinde el corazón, ni se doblega la ciencia, erguido vive el amor, que alimenta mi existe

  EN EL OSCURO RINCÓN En aquel rincón oscuro, vive escondido el recuerdo, filigranas que reposan, reliquias de amor y tiempo, caducas formas de vida, temores, olvido y miedos. En aquel rincón oscuro, donde se oculta el talento, tiembla la vida olvidada, cubierta de un negro velo, burlada de los derechos, ausente perdida en sueños. En aquel rincón oscuro, quedó el amor que fue nuestro, titilando cuál lucero, abrazándose al recuerdo, cubierto de polvo y tiempo. Almas gemelas que danzan, en los mundos paralelos, en los etéreos parajes, donde es posible el encuentro, libres flotando sin verse, ahítas de sentimiento. El viento me trae las voces, llenando el vacío que siento, de los que antaño existieron, de encuentros y desencuentros, de amores que se quedaron, prendidos en los recuerdos. En el oscuro rincón, palpita silente el miedo, como una fiera atrapada, que acepta muda el encierro. Donde el aire se mastica, con sabor a hiel y a acero.

  ENTRE DUERMEVELAS PIENSO No se si mi canto es triste, o al cantar la vida existe, en sus notas más allá. No se si muero al cantar, o cantando todo vive. No se si el mal sobrevive, o es eterna la canción, o suena sin ton ni son, cada nota que se escribe. Cada verso es la razón, cada estrofa una canción, que en el corazón se emite, muere, pero no se extingue, a la carne sobrevive, si es de nobleza su son. No sé si el amor pervive, aunque ya sea un borrón, en la vida que se vive. Vuelan notas cuál halcón, que planea majestuoso, cada nota un aleteo, de unas alas sin reposo. Canción que graznan los necios, cuáles notas que cayendo, en la tierra adulterada, no germinan, son de viento, y se diluyen en la nada. No se si mi canto es bello, o son vanas las palabras, no se si es oscuro el lecho, donde los sueños se afanan, donde no hay suelo ni techo. No se si vivo o es sueño, o entre duermevelas pienso, no se si mi canto es triste, o es triste tambié