Poemas y pensamientos

  NUEVAS VOCES POR NACER Verdes valles, ahora níveos, vestidos de níveo nácar, blancura resplandeciente, que en las pupilas resalta, verdes tallos que emergieron, al etéreo aire silente, esbeltos cuerpos de esfinge, sobre la noche estrellada. Brillante luz ora oculta, mañana en el ser patente, resplandor que estando ausente, vive escondido en el alma, verdades resplandecientes, que emergen entre las ramas, del árbol que las contiene, hoy presente está el mañana. Brillante luz cenital, claridad que los envuelve, mirada que al verbo entiende, en su profundo mirar, destellos que sin hablar, dicen más que muchas voces, emociones que se encienden, sin luz y sin claridad. Asoma el verso en la orilla, del río de las nostalgias, y en sus palabras ya brillan, las pasadas añoranzas, reflejos son de las notas, de canciones olvidadas, que aún brillan entre las canas, un cometa que se escapa. El Sol se ha vuelto de espaldas, la Luna asoma la cara, y amba

  CINCELADA ESTÁ EN LA PIEL Vivir pensando en nacer, cada día que te levantas, en una nueva versión, que ennoblezca lo que hagas, sin volver la vista atrás, buscar un nuevo sendero, que conduzca hacia el vergel, donde renace lo bello. Vivir con la frente alta, desafiando al futuro, y a la vejez darle el fruto, de un pensamiento sincero, caminar con paso firme, pese a que duela la espalda, pensando en lo verdadero, sin pedir regalo alguno. Ver, con los ojos gastados, la claridad de lo auténtico, y sonreír con talento, aunque arrecie el aguacero, sentir que emerge el aliento, entrecortado en el verso, y buscar en el presente, sin mirar lo venidero. Fallecer en el recuerdo, y nacer en las ideas, vivir volando cometas, atadas al corazón, y en el caminar sin miedo, mirar lo genial sin metas, persiguiendo la pasión, inmarcesibles los días. Nace el verso en las arrugas, que deja en su transitar, la verdad entre las ortigas, plena de canas la duda,

  BAILANDO EN EL CORAZÓN Roza el tiempo la sospecha, mira de soslayo el verbo, y se acuestan las nostalgias, en los huecos pasajeros, libra la locura el beso, y el corazón en su magia, al sentir su dulce néctar, hambre de amor pide el alma. Las afiladas espinas, de la hermosura que veo, en el tallo de sus días, la rosa hermosea y finge, en las heridas del tiempo, de quien roba sus reliquias, en su aroma al ser cautiva, plena de olor y matices. El amor mira de frente, al iris del Universo, el poder despliega el ojo, que cubre como la nieve, y se apodera de todo, lo que alcanza la mirada, la rima apresando al verso, pone música a sus alas. Corazones de latón, que a fuer de odiar envejecen, reos de la sinrazón, esclavos de quienes hieren, presos amantes sin sueños, que replegando sus alas, parásitos del rencor, en el vacío están inmersos. Peina el viento la pradera, como atusa al mar la brisa, y el tiempo aja las banderas, que azotadas por los

  QUE VUELE LIBRE EL CÓNDOR Nada es tan hermoso, como la vida misma, la silenciosa brisa, acariciando el rostro, y una mueca atrevida, un guiño de los ojos, y la faz convertida, en un fruto jugoso. Cantarinas las hojas, que tintinean airosas, al vaivén de la brisa, que las mece con gracia, y al sonar de su canto, se despierta la aurora, y el pensamiento aflora, con placidez, sin prisa. Colgados de recuerdos, como guirnaldas locas, bailan los sueños cuerdos, como ágiles peonzas, sigilosos vacilan, como bailantes pabilos, y su semblante etéreo, muestra alegría o enojo. Silba el ave cantora, y en la cuna solloza, la vida que comienza, una lágrima asoma, como una fugaz perla, a la faz encendida, por la emoción que alienta, la voz, en su tristeza, torna a alegre al creerla. Pasión que se desborda, habla el amor sin pausa, mientras la piel se tensa, y el vello se electriza, en los ojos la prisa, arrebatando el alma, brillantes las pupilas, e

  EN EL LIENZO DE LA VIDA No se arredra el corazón, cuando de valor vestido, late firme, con el ritmo, de un rítmico diapasón, se ensancha con el calor, de unas palabras sinceras, y se arruga si el rencor, en su interior hace mella. En el lienzo de la vida, se plasmaron con pincel, cada matiz, cada encuentro, de ajedrez cada partida, y en las manos del pintor, el pincel, cobrando vida, fue dibujando el dolor, el amor y la alegría. Sombra y luz caminan juntas, como la aurora y el alba, como el viento y la veleta, da el sol la mano a la Luna, y el aliento a la palabra, los labios a la sonrisa, y el verso, amando al poeta, sigue de cerca a la rima. No se arredra la razón, a la insistente mentira, ni cede ante las heridas, el latido del amor, el valor no se arrodilla, ante el odio y el rencor, ni la verdad se acuclilla, ante la vil sinrazón. Habla la mar, calla el viento, y va venciendo el talento, a la fútil necedad, la verdad doblega al miedo

  QUE NO SE CALLE EL CANTOR El corazón tiene nombre, tiene acento y tiene voz, susurra a veces con miedo, y otras que tiembla sintiendo, que se aproxima el amor, se parte, a veces, por medio, ofreciendo la mitad, o dándose por entero. Canciones de Navidad, que suenan como un lamento, o edulcorando el momento, esculpen viejos recuerdos, con las excitantes luces, que brillan para anunciar, que se acerca un año nuevo, con un rostro fantasmal. El corazón habla idiomas, y palpita sin mirar, de que color es la piel, pues la sangre brilla igual, espesa, caliente y fiel, sin importar los acentos, late al ritmo del momento, o de repente sintiendo, salta de gozo al cantar. No sabe el amor de nombres, ni sabe el alma de tiempos, la vida vive en el cuerpo, convive hasta con el hambre, su poder mueve montañas, y se eleva hasta las cumbres, y se gesta en las entrañas, donde se oculta lo eterno. El canto suena a clamor, cuando el verso se sincera, canta e

  ABRÁZATE A LA VIDA Mira de frente viajero, y al mismo tiempo por dentro, que no se quede en el viento, cada pisada que des, viviendo la libertad, del versátil pensamiento, que libre vuele sin más, y el constante caminar, por la vida que te envuelve, enriquezca el sentimiento, y haga más grande el pensar. Vendrán nuevos nubarrones, que enturbien la claridad, algunos amores ciegos, verán las noches llegar, y aquellos viejos recuerdos, nuevas páginas leerán, en el devenir incierto, que no se pliegue el pensar, a rumores pasajeros, al vaivén del que dirán. En las piedras del camino, se va quedando la impronta, de los tropiezos vividos, cada error es un escrito, que permanece cautivo, para enseñar lo que importa, y volverse a levantar, después de estar abatido, por la vida y por su azar, por pasos que son fallidos. Nuevas sendas se crearán, y nuevas encrucijadas, nuevos sueños, nuevos mitos, y en un nuevo despertar, más ágiles serán los ríos, m