AMORES EN SOLEDAD ¡Qué solos se van quedando! ¡Qué solitarios caminan! Con el viento que les frena. Sobre el pecho que respira. Y en los mágicos caminos. Va cuáles beodos andando. ¡Qué solos se van quedando.! ¡Los amores que se oxidan! La vida va sonriendo. O con el ceño fruncido. Va entre los sueños que mueren. Y entre los que siguen vivos. Con la trasnochada mente. Perdida en los arrecifes. Repasando cicatrices. Como se cuentan los hechos. Semi enterrados, silentes. La soledad le acompaña. Cómo, le sigue, la sombra. Que, al unísono, caminan. Sombra y soledad sin velos. Que, solos, quedan los sueños. Entre la densa neblina. De las noches que se eclipsan El tiempo. Solo, camina. Vigilando, los momentos. ¡Qué solos se van quedando! Cuando el amor sale huyendo. ¡Qué solitarios se marchan! Los solitarios viajeros. Como la sombra se esconde. En las sombras de la noche. El amor quedó en el porche. Esperando, en el desvelo. El beso vuela en sile
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Mostrando entradas de noviembre, 2024
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BESOS QUE RIMAN Atrapado entre dos mundos. Va el viajero sin destino. Un mundo de desatinos. Otro de sopor profundo. Caminando va el viajero. Entre sutiles caminos. Cantando vive el jilguero. Y en silencio la amapola. La ilusión camina sola. Y la algarabía en el grito. Luciendo vive el lucero. Y, en silencio, lo dormido. El corazón, que es auténtico. Late con ritmo queriendo. Y amándose al unísono. Los corazones gemelos. Vive el verso entre los sueños. Y el amor en el deseo. Vive el ser entre los ecos. Que van dejando los años. En, silencio, cual lucero. Y entre el sonido pensando. A voces, llega lo nuevo. En silencio va lo viejo. El amor, entre los verbos. El corazón en el medio. Y flotando el sentimiento. Que entre los dos se desborda. El amor, en verso, se torna. Cuando el poeta es auténtico. Caminando va el pensante. Y parado quien medita. En movimiento, el andante. Quieto está, quien no respira. El tiempo pasa en silencio. Mientras
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VESTIGIOS. Verso que flota. En el pensamiento. Legado que deja. La voz del recuerdo. Como filigranas. Bordadas de besos. Que, a veces, asoma. Sin llamar primero. Locuras vividas. Que sus huellas dejan. Como una advertencia. Que no te consuela. Improntas que quedan. En el cerebelo. Como la luz propia. De jóvenes tiempos. Se ha quedado en medio. Entre dos auroras. Como dos mitades. De un mismo concepto. Entre dos preguntas. Que nadie, contesta. Pero nadie sabe. ¿Cuál es la respuesta? Sutil desconcierto. Con premura asiste. Sin venir a cuento. ¿Cómo existe el aire? ¿Cómo existe el viento? Cómo el amor llega, sin ser invitado. Como un pensamiento. Que invade la mente. Del ser más inepto. Como un torbellino. De placeres llenos. Llega arrebatado. Sin control ni freno. Y en una acrobacia. Casi sin aliento. Irrumpe en el lecho. En una avalancha. De placeres nuevos. Un equilibrista. ¿Qué compensa el peso? Para dar sentido. En cualquie
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HUELLAS SON... Caminando en el vacío. Sobre la nada camina. En el sueño más profundo. Con el alma en la penumbra. Va en el camino sin rumbo. Como un sonámbulo, huido. Sin dejar huella en el mundo. Quedando así en el olvido. Se fue dejando su impronta. Su huella sobre el sendero. Y sus pasos en la tierra. Otros, sin querer, siguieron. Dejó en su vida una estela. De luces, sombras y sueños. Dejando marca en las sendas. Con señales que otros vieron. Amores y desencuentros. Quedaron en la arena escritos. Y las olas los barrieron. Cómo se mueren los hitos. Canciones hechas de sueños. Con las notas de otros siglos. Y los besos, que el aire. Siguen flotando en sus ritmos. Que no se queden vacías. De contenido las vidas. Hambre de sueños y henchidas. De sus fracasos y aciertos. Que, se llenen los cerebros. Del saber, que es la existencia. De la misma y noble vida. Con los pasos siempre vivos. Para que las huellas vivan. Caminos, que siendo abrazos.
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VERSOS DESNUDOS Con el corazón desnudo. Se despierta el sentimiento. Que se abre como un libro. Con las páginas del mundo. Se quedan al descubierto. Esquirlas del pensamiento. Retazos de un amor puro. Lo perfecto se pierde. En la nada del tiempo. Donde no existe nadie. En el vacío constante. Verso que siendo errante. Camina en el desierto. En la arena caliente. Ábreme el corazón. Para que viva dentro. Y en su latido inmerso. Ser la voz de tu aliento. Ábreme las entrañas. Que dentro quiero verme. En tus órganos siempre. Voy desnudo en el tiempo. Sin atavío alguno. Sin ropaje ni atrezzo. Con los ojos bien abiertos. Voy soñando despierto. Descubriendo lo auténtico. Mudos siempre los labios. Despejado el cerebro. El mundo de los sabios. Donde no existe el tiempo. Sin el cieno ni el barro. De lo soez e infecto. Vive el sabio entre dudas. Como el niño en el seno. Con la mente desnuda. Dulces noches, de Luna. Que acaricien mis sueños. Sí, l
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AMORES CIEGOS Son canciones de antaño. Que hablan de amores. De amigos y venturas. Y de audaces locuras. Desamor y desventuras. De olvidos y razones. De leyendas y mitos. Y de aquellos misterios. Mágicos, que descubrimos. En la cuna del mundo. Nacen los sueños. Cargados de promesas. Que omite el tiempo. Amor en los reflejos. De los segundos. Veloces cuál lucero. En reliquias, envueltos. Sabe el amor que es ciego. Cuando es auténtico. Sordo es como la Luna. Solo oye sueños. Amor que sabe a mundo. Y la empatía se siente. Y vive en la poesía. ¡Cómo brilla, lo bello! Palabras que son dardos. Que hieren en el centro. Del sutil sentimiento. Que siendo fiel es nuestro. Hay verdades y hay falsos. Como amores y anhelos. Salpicando las vidas. Con sus rayos auténticos. Son caricias los ósculos. Sí, del sentido emanan. Verdaderos, sin trabas. Con el alma en sus hechos. No son aire ni músculo. Son, flor, de sentimiento. La carne se estremece. Con
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FUTURO. La imagen sin nombre, que sus ojos vieron. Congeló su mente. Transformó sus gestos. Demudó su rostro. Y en las comisuras, de sus prietos labios. Dos tibios hilillos, por su faz rodaron. Como dos regueros, de nívea sustancia. Su frente perlada, de gotas de fuego. Quemaban su carne. Surcando el semblante. En aquel instante, de profundo miedo. Sintió lentamente, como un cosquilleo. Y una enorme mano, se posó en su hombro, como un peso muerto. Desequilibrando, su inestable cuerpo. Con un sobresalto, despertó aterrado. Viejas pesadillas, que siguen rondando. Recuerdos grabados. Bruñidos a fuego, en aquellos años. Aún quedan rescoldos, de un negro pasado. Que sigue coartando. Que oprime al de abajo. Pues, imparte justicia. Mirando de lado. Y la bota pisa, al que está debajo. Sigue habiendo brasas, que queman las manos. Que agrietan el alma. Hogueras de odio, que el tiempo ha guardado. Y en los arrabales, el hambre golpeand
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LUNAS QUE MIRAN Es la vida que envuelve. Es la sangre que, mana. Surtidor de energía. Empujando entre llamas. Voces flacas de miedo. Enormes son las ganas. El futuro nos llama. El pasado se pierde. Mientras vive el presente. Entre dudas que bailan. Y la sombra escondida. En las luces del alba. Clara noche de Luna. Pues, mira sin llamarla. De plata sus mejillas. De oro sus entrañas. Y verdes las semillas. Vendrán a ser mañana. Allá en los arrabales. Donde se esconde el karma. Vive el tiempo sin Luna. Pues, le falta la nada. Un espacio sin vida. Una luz que se calla. Sol que brilla entre cirros. Con destellos de tiempo. Entre las nubes mira. Con los ojos atentos. La voz cautivadora. De los mirlos sus trinos. Amores que apasionan. Verdades que sostienen. Y un vendaval de edades. Naciendo entre las flores. Los vientos erosionan. ¡A las mentes desleales! No nacen las heridas. Si la vida es consciente. Atrapadas en las bridas. De amores
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BLANCAS PÁGINAS Plasmadas sobre el papel. Las letras hablan y hablan. Con palabras de zozobra. O de profundo saber. Letras que son de oropel. De oro puro o de plata. La página que nos mira. Blancos los ojos sin ver. Solicita que la escriban. Para su razón de ser. Al mirarte no respira. Es su rostro de papel. Hojas que hablan de penurias. Y de experiencias fallidas. También de antiguos amores. Y de aquellos siempre eternos. De las pasadas disputas. Y de penas infligidas. De poemas que se escriben. Con los versos que se plasman. En las especiales páginas. De la vida, que es poesía. Sinceras letras sin habla. Pero entre sus líneas dicen. El amor vive en el alma. Y en las letras del poema. Escritas sobre las páginas. Que, emocionadas, nos miran. Con los ojos muy, abiertos. Y su carne al descubierto. La página es el alma. Del poeta, en la que escribe. Expresando lo que siente. Lo que vivió y lo que vive. Con el corazón, sin trabas. En los ve