Poemas y pensamientos

  DE LA VIDA AL TIEMPO De la flor que descubre a la vida, a la vida que al surgir se agranda. Una rosa, que descubre el alma, natural belleza que de luz emana. Amor de la nada, que al manar, la vida naciente sustancia. La emoción, que asciende en la calma. No se quedan solas las voces que callan. Ni emprende la huida el amor que abraza. No se quedan huérfanas las veraces lágrimas. El tiempo no acaba, si la huella es nítida. Y al nacer la vida, de la oscura entraña, la luz se apodera, súbita, del alma. De la flor que emerge, de carne terráquea, a la carne humana que llora de vida. Las febriles notas de una voz sentida, que al sentir la herida, de emoción estalla. Canciones que nacen del sentir, y hablan, con la voz auténtica, de un graznido de águila. La mirada ciega, que escudriña y ama. Se aproximan lentas las nuevas mañanas. Gritos los silencios, que en el sueño alertan. De mágicas letras, se ha escrito el mañana. Y una voz fantástica, muda, de amor ha

  AMORES DE ENCRUCIJADA Flota una idea ignota, entre la espesa hojarasca. La nutrida red que atrapa, en su maraña a las notas. Notas de un febril concierto, que más que amar, arrebata. Una sutil amenaza, en un pavoroso infierno. En las riberas del tiempo, las experiencias reposan. Lamiendo la carne al sueño, para apaciguar su ira. Y en la aurora, cuando giran, las manecillas del verbo, las esperanzas se posan, en las ramas del secreto. No bebe el placer del miedo. El amor liba del tiempo, que se nutre del deseo. Y en un devenir sin nombres, va de su sangre bebiendo. A lomos del sentimiento, galopa al trote, sintiendo, que los días pasan ciegos. Sombra alargada que envuelve, con su negrura el misterio. Grises guedejas que ocultan, verbos, notas y recuerdos. Los rostros se difuminan, entre flashes de luz nítida. Y de sueños, un cortejo, desfilan como reliquias. Encrucijadas de ideas, de caminos inconexos. Marañas de sentimientos, entre escabr

  CONSPICUA Y BELLA Se irguieron las margaritas, al contemplar la belleza. Sigue sus pasos el viento, que amablemente acaricia. Elegante era su sombra, como amiga fiel que era, su pelo, grácil flotaba. Llamaradas de una hoguera. Y esbelta la flor suspira, al paso de tal silueta. Los andares bailarines, parecen bailantes rosas. Y un aura de luz diáfana, en cada pisada flota, con cada paso que deja. Andar, anda, es más, levita. Caracolas los cabellos, que como en la playa, olas, siembran de aroma de vientos. La brisa peina con gracia, la inconstante cabellera. Y se atenúan los lamentos, cuando en su pelo el Sol brilla. El universo la observa. Jardines son sus pupilas, donde el mundo se refleja. Y de oro, el iris destella. Un insondable vacío va dejando, si se aleja, de donde habita. Y es más bello lo que deja, cuando sus pasos lo hollaron. Llena el vacío cuando llega. La voz, suave y cantarina, va acompañando los trinos, que al oírla cantar, c

  SUMANDO RIMAS Flotando entre la rutina, que trata de seducir, camina, siempre camina, quién mirando más allá, va doblando las esquinas. Y espina a espina sacando, va limpiando las heridas. Para, pero no claudica. La mar, procelosa grita, cuando sus carnes humillan. Y salpica al timonel, que aferrado al rumbo mira. Cada ola es una embestida. Y de la sangre, su espuma, viste de plata la quilla. No se detiene, aunque chilla. Rutinariamente vivo, sigue el pensamiento, el rumbo. Cruza océanos mentales, del mundo, ignotos lugares. Aprende, y no se arrodilla, aunque al toque de rutina, haga juegos malabares. Pero, caminar, camina. De la flor, nace el aroma. Del amor, el sentimiento. Y en la errática rutina, se va gestando el deseo. No cruza el mar, si no vuela, la imaginación, que es rima. Como una emigrante vida, buscando un gesto sincero. Hambre y sed, del brazo vibran. De la vida, hermanas son. Y en la oscuridad titilan, como ágiles luciérnag

  REFLEXIONES En el borde de la vida, me asomo entre la neblina. Miro al fondo de la sima, donde vive la justicia. Y la verdad se desliza, entre jirones de miedo. El tiempo envuelve entre harapos, algunos viejos recuerdos. Y en los más aciagos días, veo entre la bruma el pasado. Ya las verdades se enfrían, con mentiras que las hielan. El Sol abrasa a la vida, que aunque abrasada por fuera, helada sigue por dentro. Ya la mentira camina, envuelta en ropajes bellos. Dando a la vida apariencia, bajo capas de promesas. Que como pavesas vuelan. Ya se quedó el sentimiento, a flor de piel, como el vello. Y se quedaron las notas, del latido, entre silencios. Hace melodías la vida, para afrontar el desprecio. Contorsiones y piruetas, entre tanto, hacen los sueños. Y las vidas se deslizan, buscando un firme asidero. El duelo ha roto la rima, de los más cálidos versos. Pero la vida camina, a pesar de sus desvelos. Florece el amor en ruinas. Como nace ent

  SIEMPRE RETORNA El pasado viene a verme, con su rostro de mil caras. Manipulando el presente, con voz candente y pausada. Un alud de sensaciones, en la mente se derraman. Y se agolpan en las canas, signos ya de lo vivido. Carrusel de fantasías, que conmueven los sentidos. Recuerdos que se oscurecen, tornasolados gemidos, y alegres alegorías. Acuden sin ser llamados, como imprevistas tormentas. Como truenos redivivos. El pasado viene a verme, con mil voces que se avivan. Mientras se empeña el presente, por ejercer de sordina. Mil voces en los oídos, mudas sin parar respiran. Y un collar de viejos nombres, cuenta a cuenta se deslizan. No descansa el aguacero, No declina la tormenta, Y no remiten los truenos, ni la pertinaz llovizna. Repiquetea en los aleros, como en el fuego las chispas. Y el eco evoca la brisa, que acaricia las mejillas. Murmullos fieles acuden, como siluetas etéreas. Entonando las canciones, que antaño fueron la lumbre,

  VERDADES SIN MÁCULA Se quedaron solas, las penas que no hablan. Solitarias llamas, de una ardiente brasa. Son nuestras las penas, la riqueza ajena. Y escrita en las olas, la verdad azota. Caminante errante, de andar titubeante. Huellas indelebles, de un vivir sin pausa. Andar proceloso, de erráticas metas. Que busca incesante, la ruta más bella. Se ha visto un lucero, se vio aquella estrella. Tiempo esplendoroso, que alumbrar quisiera. Y entre dos instantes, de nítida esencia. Se ha cruzado el límite, que marca la senda. Amores gemelos, de apariencia etérea. Ardorosos ósculos, que abducir quisieran. Y en el mismo instante, que fluye el anhelo, se van consumiendo, las horas de espera. Amores de antaño, amores ascetas. Amores de plástico, de apariencia bella. Cómo bebe el sueño, del tiempo que sueña. Y el candente beso, que abrasar quisiera. Del revés se han vuelto, las pieles ajenas. Deambulan las penas, cuál alma sonámbula. Y e

  SOMBRAS QUE HUYEN Cuando el Sol acude, a borrar la sombra, huyen las tinieblas, veloces escapan. Ha llegado el alba, que a la aurora abraza. Se va desvelando, lo que el gris tapaba. Veloces despejan, las mentes opacas, negras pesadillas, que al sueño agitaban. Negros nubarrones, tornan a luz clara. Y se desperezan, dormidas las almas. Temblando los párpados, de sueños erráticos, se despliegan ágiles, de los sueños huérfanos. Y tímidamente, aflora a los labios, la liviana mueca, que abandona el tálamo. Ya lamen la arena. Trinan ya los pájaros. Y embisten las olas, del hercúleo océano. Se oye a la oropéndola, que emigra en verano. La recia canícula, ha roto su canto. Amores perdidos, entre sueños diáfanos. Y laten las sienes, al son de los cantos. Cantos de sirenas, que al susurro vienen, de dormidos labios. Canciones de ébano. Dos mitades bailan. Dos gemelas manos. De las dobles caras, que el espejo plasma. De un mundo, otro mun