Poemas y pensamientos

  CUANDO HABLA LA RAZÓN     Cuando habla la razón, las palabras enmudecen. Los sentidos se detienen, El suspiro torna denso. Atento está el corazón, que vibra, pero en silencio. La duda queda en suspenso, esperando solución.   El amor no atiende a las razones. Guiado por el impulso de su gozo. Y se muestra, en un falso reposo. No sabe el corazón de pensamientos. Que de sentimientos está lleno. Al borde del abismo, sin rebozo. Mirando al infinito, sueña, sueños. Amor a contra luz, vive sintiendo. Amor entre las dudas se defiende. Con las armas de pasión que hacina. Que anida en la pasión, con prisa. Amor entre dos fuegos, que le acosan. De la razón y la fugaz memoria. Cuando habla la razón se quedan solas. El amor y la pasión sin freno. Cuando habla la razón, se ama a la vida.   Cuando habla la razón, se callan, Los gritos vociferantes de loa necios. A la soez mentira, ya no se pone precio. Y se acallan las voces que siempre despotrican. El amor queda

  TU MIRADA...   El silencio era espeso. Y la noche era negra. Ni un resquicio de luna, asomaba a sus ojos. Nubarrones sin sombra, que sus penas ocultan. Como el miedo al valor.   No hay fronteras que impidan, que el deseo se frene. Ni barreras que logren, detener la ilusión. La ilusión de encontrarte. Convertida en esencia. Para darte armonía, Convertirte en poesía. Y vestirte de amor.   En el fondo en que nacen, las palabras exactas. Precursoras de un sueño, que se hará realidad. Nuestras voces se funden, en murmullos de brisa. Para darle sonrisas, al rumor que nació. Cantinela de versos. Que entre besos soñó.   Y al sentir tu mirada. Reposar en mis cuencas. Soportando su ausencia, una llama surgió. Y en un rayo de luna, sobre el cielo estrellado. La visión de tus ojos, de razón se llenó.   Tierna flor de caricias. Entre aromas, envuelta. Soportando la ira, de su negra presencia. Sacudida en su ta

  AMOR LATENTE No cabe en sí de gozo el corazón. Al contemplar la flor que reverdece. Y es tan grande y profunda la emoción. Que el verbo entero se estremece. Vive en el alma el corazón latente. Y el amor, tiene cabida siempre. Andaba entre los surcos de la vida. Absorto en la memoria, que se olvida, de los viejos recuerdos que claudican. No caben en sí de gozo quienes miran, la absorbente belleza que respira. Y que en derredor parece que levita. Meditando, pensé por donde iba. Vi la tremenda injusticia que latía. Y aquel momento, enajenó mi vida. Siempre siente el corazón, cuando respira. A veces tan veloz, es su latido. Que de emoción se ensancha y se duplica. Amanecer de amores que suspiran. Por otro corazón que al lado viva. Y van quedando atrás las penas mismas. Que ciñen la garganta como brida. Anochecer de sueños revividos. Que parecen vivir, siendo los dueños. Amar es la razón de lo que sueño. Que invade los deseos que me atenazan. Perdidos

  DE ANTAÑO... El viento trae las palabras, que antaño se pronunciaron. Con música del pasado, de armonías que pasaron. Ecos de tiempo lejano, de melodías antiguas, que nos hablan con cuidado. Sabor que deja en los labios. Amores antiguos vienen, a la iracunda memoria. Con viejas ropas de época, deslumbrando a quienes fueron, amantes apasionados. Vienen cargados de ausencias. Con la mirada entreabierta, mirándote de soslayo. El presente se conmueve, a veces, con los recuerdos. Que lucen como luceros, en la noche de los tiempos. Y van dejando secuelas, como marcas indelebles. En el corazón vuelve, a vivir los sentimientos. Son amores que te envuelven. Caminos que ya se hicieron, con pasos de la esperanza. Que van dejando jalones, en los sinuosos senderos. Amores que ya se fueron, como la estrella fugaz, que se oculta tras su vuelo. Vidas vivas en los sueños. Vidas que nunca se fueron pues en la memoria quedan. Ángel L. Pérez ®   SOY LO Q

  TIEMPO ETERNO Sin principio, ni final, el tiempo no tiene edad. Más no transcurre sin más, es etéreo e imparcial. El tiempo es juez y verdugo. Y pasa como un susurro, Deslizándose sin prisa. Como la liguera brisa. Como la nieve perpetua. Sin fin, las vidas alberga. El tiempo nunca caduca, es fugaz y es eterno. Cuál insondable infinito, que es inmaterial y ciego. Te sorprende cuando llega, cargado de los recuerdos. Cada uno es cada cuál. Es tiempo de hielo o fuego, cuando se acerca el final. El final de tu crucero. Todo es eterno y efímero, se destruye y se transforma. Como el manantial que fluye, convirtiéndose en marea. Todo nace y se deshace, menos el tiempo, que huye, dejando siempre una huella. Sabe el hombre que es materia, pero se transforma en aire, cuando sus sueños se alejan. Caminos hay que se pierden. El tiempo no tiene dueño. Ni te juzga ni sentencia. Siendo tu propia experiencia, quien te acusa y te somete. Nada estéril, si es

PALPITANDO…   Prométeme corazón, que te emocionarás. Ante la imagen bella, de la beldad que se halla, en esta sencilla calma. Y que, la meliflua vida, de las emociones nítidas. Impregne con nueva savia, A lo que nace y se acerca.   Cabe en un dedal la vida. Pues, no la hay, que sea pequeña. Cuando existe en la grandeza, de las realidades mismas. Cabe un hilo de esperanza, en la exigente madeja. Y no hay sabio tan pequeño, que no ame a la Madre Tierra.   Voy sembrando lo que puedo, En el tiempo que me queda. Con el corazón abierto, Pero sin falsas promesas. En el corazón del mundo, es la vida la que encuentra, la verdad de su destino. Y sigo abriendo caminos, entre la espesa maleza.   Amores voy encontrando, en las tímidas bellezas. En las piedras del camino, que las verdades me enseñan. Y son mis pasos cautivos, de la vida, que me inquieta. Como surge lo vivido, Si, en la vida, se hizo mella.   En el cora

    EL GENIO Sembrando una idea, encontré un tesoro. Y al abrir el cofre, un genio escapó. Translúcido era. Y su luz de nácar, a la idea alumbró. Y al verse bañada, en tan mágica luz. Su ropa de idea, con su luz brilló. Así fui sembrando, de ideas la tierra. Y en cada cosecha. Cada cierto tiempo. Fui recolectando, genios de algodón. Su voz era suave, apenas un soplo. Pero traspasaba, todo tu interior. Y era tal su fuerza, Y su luz tan viva. Qué presa en su hálito. La idea fue creciendo, y se transformó. Convertida en verso. La idea fue un poema. Y en alguna parte, del cerebro humano. Fue sembrando sueños, llenos de ilusión. Y como una rosa, que te da su aroma. De bellos colores, tus penas bañó. No ocultan su canto, las ágiles aves. Ni esconden sus plumas, llenas de color. Ni el perfume ocultan, las tímidas flores. Ni el volcán detiene, su ronco temblor. Convertida en sueño. Dulces pensamientos, brotan con su voz. Y la luna a

  EN LA SOMBRA... Sentado en la fresca sombra, del árbol de la conciencia. Pienso, sobre la inconsciencia. En la vida que se encuentra, en lugares más remotos. Sin esperarlo siquiera, pienso en el amor auténtico, que, en la vida, se descubre. Y al pensar, siempre me abduce, la emoción que me enajena. Pensar, que el tiempo reduce, y en un laberinto se entra. La paz, sin querer, me encuentra, en el borde de la senda. Amo pensar, pues seduce, mi alma, que en sí se encierra. Una estampida de ideas, que de la mente se escapan. Como vidas fugitivas, que huyen porque no se hallan. Otras vidas, que sí sean, valiosas y fantásticas. Amores, que al tiempo retan, con las armas de sus almas. Amigos son los que sufren, cuando te falla la vida. Y si es preciso se agachan, cuando tu vida se achica. Amigos son los que tienden, las manos si estás caído. Y tus errores comprenden, pues su amistad no es olvido. Sentado en la fresca sombra, en aquel longevo olivo.