NAVEGA, JOVEN VELERO



Empuja el viento al velero,

con la fuerza de su aliento.

Rumbo, que el timón somete,

la fuerza del timonel.

Así, navega el batel.

En las olas prisionero.

La quilla marca el sendero,

que conduce a su destino.



La vida emprende el camino,

en su nacer sin sendero.

Y vive sin equipaje,

hasta que empieza a volar.

Se va llenando el morral,

en el caminar sin rumbo.

Mientras laten en el mundo,

otras vidas que se van.



El tiempo empuja con fuerza,

a la fuerza de la vida.

Y comienza la partida,

para alcanzar la belleza.

El corazón marca el tiempo,

con su constante latido.

Y no se cansa el olvido,

de intentar borrar la senda.



Almas son las que navegan,

por el infinito espacio.

Marca el tiempo quién camina,

en los senderos que piensan.

Y son verdades los trinos,

del cantar de quienes vuelan.

Camina el tiempo despacio.

Y veloz, traza la vida.



Impele el amor al verbo,

a ver de lo feo lo hermoso.

Y se plasman en los ojos,

las imágenes queridas.

Se quedan en la retina,

como habitantes hermosos.

Mientras se olvidan del tiempo,

que vigila cada vida.



Navega, joven velero,

que, el mar, tu senda domina.



Ángel L. Pérez ®

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Imágenes tomadas de: https://pixabay.com/es/videos/

03/02/2024

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