Poemas y pensamientos

  EL CORAZÓN EN LA MANO Corazones en la mano, para ofrecer su sentir. Una razón de vivir. Unos corazones huérfanos. De amores un sinvivir. Y sintiendo ser feliz, con la verdad de antemano. Caminos que transitar. En los sueños venideros. De los ágiles jilgueros, aprender a respetar. Una canción que evocar, de senderos olvidados. Caminando, amar y amar, con la verdad en las manos. Vive el verbo en el zaguán, esperando la partida. Soñando vidas tranquilas, palpando la realidad. Y abrazando la verdad, amar, viviendo la vida. De la nobleza, el hogar. En la mano el corazón, para darlo sin premura. En la escabrosa aventura, que es la vida en realidad. Caminos que recordar, de pasadas andaduras. Amigos de corazón, que en el sendero se van. Nuevos caminos que hollar, para ser lo que se quiere. Cuando la senda se pierde, entre brumas, más allá. El amor que ha de llegar, si la verdad reverdece. Y cantar, siempre cantar, co

  BAILAN LOS VERSOS Baila el verso entre las rimas. Como notas que rebotan, en las melódicas vidas. Bailan, como bailarinas, sobre el lienzo de los días. Y en el crisol de las horas, se gestan nuevas estrofas. En el baile de las letras. Eolo sopló en las mentes, de los errantes poetas. Que, como llamas ardientes, ardieron en las ideas. El verso viajó en la estepa, desierta, como el demente. Que, orate, busca su senda. Como el pulso, late y late. Baila el tiempo ante los ojos, de la vida que te observa. Con la mirada en el verso, que emana de antiguas letras. Y van quedando desiertas, las primaveras del tiempo. Como notas de una orquesta, entre mágicos momentos. Inhalan los sentimientos, el aroma de los versos. Inspirando los recuerdos, que fluyen como regueros. El verso acude a la mente, con pasos, que son sinceros. Mientras los amores bailan, con la vida, que se crece. Canta el poeta en silencio, como

  AROMAS DE AMOR El aroma de la vida, que en el amor se desliza. Como una gota de brisa, que a las pieles acaricia. La flor, que el tiempo suicida, torna el perfume en cenizas. Un río se precipita, en los amores que vibran. Al unísono de tiempo. Olores de siemprevivas, de colores variopintos. Que en los verbos son la vida. Pétalos de la ilusión, que como farolas brillan. Como luces encendidas, que alumbran el corazón. En el silencioso amor, entre olores que cautivan. Como cantos de sirena, que arrebatan la razón. Así se afana la pena, en dar fin a la ilusión. Pero un soplo abre las venas, con la fuerza de un ciclón. Aromas del corazón, que entre las grietas se filtra. Como un áspid se desliza, en el amor que se olvida. Y el sendero, que es la vida, va desvelando el amor. Perfumes que hablan de amor, como labios que suspiran. En la intensa despedida, de los colores del Sol. Un perfumado rumor, que empa

  RECUERDO... Lleno de polvo en algún rincón, duerme el deseo. Preciada reliquia, que el tiempo acoge. Como un fiel amigo, que nunca olvida. En el sueño que añoro, vive el consuelo. Convertido en anhelo, reposa inquieto, Y anidando en su centro, busca respuesta. Errores que te acusan. Falsos encuentros. Vuelven los nubarrones, al corazón que espera. Y en su esperanza apoya su vida entera. Sentado en el alféizar, observa atento. El pasado que fluye, y el futuro aún incierto. Sabes que vivo alerta. Conservando la calma. Y la mirada inquieta. Esperando el instante, que vengas a mi encuentro. Como el viajero espera, que su viaje sea bello. La notas de tu canto, en mí se ocultan. Esperando el momento, que en melódicas voces, hallen su acento. Róbame la ternura que llevo dentro, que junto con la tuya, sea un monumento. Elevado sin mancha hasta el firmamento. Entrégame tu risa, y junt

  AMORES HAY Entre la espesa neblina, una luz tenue destella. Una camuflada luz, que se abre paso en la niebla. Y en esa lucha, la vida, cambia y muda, cuál la tierra. Aquella luz mortecina, alumbra lo que se observa. Abre caminos la vida. Otros caminos se cierran. El amor entra a hurtadillas, por las rendijas que quedan. Abre los ojos quien mira, otros, ven más si los cierran. Y en ese abrir y cerrar, Erró el ser, sin darse cuenta. Entre la hojarasca quedan, vestigios de otras andanzas. Las huellas sobre la vida, que van marcando la pauta. Escrita está la existencia, en las hojas de la vida. Entre las tristes carencias, que entre las vidas se quedan. Amores hay como estrellas, que a los corazones miran. Cuáles ojos de la Luna, que en la noche nos observan. Amores hay, cuál cometa, como reflejos que ciegan. Otros, despacio caminan, por senderos de esperanza. En brazos de la fortuna, quedan los que siemp