QUE LATA EN CARNE VIVA
Enorme corazón el que se entrega,
sin dádivas a cambio, ni monedas,
gigantesco valor, que sin reservas,
se ofrece al más humilde, sin soberbia,
ciclópea es la pasión, de quien no odia,
y da su corazón, sin pedir gloria,
la vida, da su fruto a quien respeta,
inmensa es la emoción, de quien la cuida.
No quiere el corazón ser de madera,
ni quiere la verdad ser pasajera,
quisiera la razón ser prisionera,
de la sabia verdad, firme y auténtica.
El árbol no se dobla ni acuclilla,
se yergue ante los vientos y tormentas,
no frena su crecer y nunca cesa,
de dar sombra y cobijo, y su materia.
Ya se acercan, sin pausa, ya se acercan,
las luces se vislumbran, aún sin verlas,
y late el corazón, como trepidan,
las ascuas y las chispas de la hoguera,
visión vertiginosa, que vibrando desea,
vivir y ver, con claridad lo que no llega.
Un velo se despliega, entre los ojos medra,
y es tanta la ilusión, que a veces, ciega.
Se quedó el corazón, entre comillas,
entre corchetes constreñido se debate,
y son sus latidos como látigos,
el pulso, ya se encrespa y ya se altera,
en equilibrio inestable, late y late.
Ya se alejan deprisa, ya se alejan,
las nuevas melodías, ya se alejan,
llevándose consigo las esencias.
El tiempo del dolor, vive y se aqueja,
al contemplar, tal olvido y tal miseria,
y va quedando hundido entre las líneas,
del desprecio, de la abulia y la tristeza.
El corazón, a la justicia apela,
y en cada latido, se conmueve,
amando llame, a que el amor se acerque,
y ajeno a los colores, ame a quien venga.
Que no sea el corazón de pura piedra,
que lata en carne viva y sin sentencias,
que bulla como el agua cuando hierve,
que ame sin dominio y sin fronteras.
A.L. (ángel l. pérez)
NO SOY LO QUE ESCRIBO...SOY, LO QUE TÚ SIENTES AL LEERME
(anónimo).
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13/03/2021
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