
AMAR, SINTIENDO LA VIDA Siente el poeta, que siente, el dolor de los demás. Con esa carga, además, libra su propia batalla. Aunque es tan recio el pesar, soporta el peso, y se calla. De lo suyo no se apropia, Pues, va dejando simientes, que en el poema se plasman. Canciones del alma mía, que se vierten cuáles ríos. Empapando cada día, cada momento que existo. Van dejando en cada vida, fragmentos de mi presencia. Que emergen de cada sima. Y que de mi alma ascienden, como hálitos de vida. Quedó en silencio el poeta, ante tamaña aventura. Un suspiro rompió el hielo, para ver lo que existía. Hacia el centro volteó el ojo, para ver lo que latía. Un fuego interno que hervía, lleno de ascuas de locura. Lejos de su insano ego. Y así, sintiendo el poeta, lo que los demás sentían. Cruzó las puertas abiertas, que la vida le ofrecía. La bella Naturaleza, plena de pasión y vida. Amor, forjado en el yunque, de la Tierra que le cuida. Y un sinfín de t...