Poemas y pensamientos

  COMO ESPEJOS Corazones que se envuelven, en un manto de esperanza. Excitadas pulsaciones, entre latidos que hablan. Con la fuerza de la vida, empujando con pujanza. Y pensamientos que sienten, con apasionada calma. Fue afilándose la vida, con la lima de los días. Caminando entre las brasas, de un fuego de llamaradas. El corazón ya palpita, replegado en su guarida. Recuerdos en las cenizas, de rescoldos que se apagan. Corazones que se arropan, con los brazos de otras vidas. De las esencias, ungidos, de otros amores que brillan. Como hilos son los caminos, de una madeja infinita. Caminos entrelazados, en sinuosas pesadillas. Como extraños pasajeros, de un batel a la deriva. Van caminando los años, entre cicatrices vivas. Son retorcidos senderos, los titubeantes pasos. De antaño son los recuerdos, que, afloran en el espacio. En el camino se quedan, como reliquias dormidas. Entre las sombras cautivas,

  AMORES HAY... Como pétalos de espuma, brillando con el rocío. Así, brillan los sonidos, que en el silencio se esfuman. Una corriente que abruma, en los intensos sentidos. De bruma son los caminos. Y de luz, la luz de Luna. Habla el corazón sin ruido, para que mueran las dudas. Y los sentimientos fluyan, como la flor en la jungla. Habla sin voz, más murmura, el amor, entre los hilos. De la urdimbre que lo embrida. Silencioso es el destino. Quisiera ser media Luna, aunque media noche fuera. Para que alumbre el camino, de los tálamos que sueñan. Ser quisiera, como el río, que, en el mar, reposa y medra. Y en la excelsa primavera, ver la vida en los olivos. Como un ardiente suspiro, que en los labios canta y ríe. Así, se rompe el latido, cuando la pena es muy honda. Y en el mágico estribillo, del canto de la memoria. Nacen, como nuevos hijos, los amores que se nombran. Que, no se callen las bocas, que predican lo sencil

  ENTRE LAS GRIETAS Entre las ruinas, la vida. En las tinieblas la luz. En los sueños realidad. Calma ante la inquietud. Silencio ante la tormenta. Y en la pobreza riqueza, que ante la miseria brilla. Con el amor, que es la esencia. Sintieron quienes se fueron. Y sin sentir se quedaron, los sueños que fenecieron. Albricias en la tristeza. Y en el amor lo que queda, que, renace, como el fuego. Amaron, quienes sí fueron, caminantes con nobleza. Ante la duda, certeza, que se arrincona sin prisa. Como una luz cegadora, que en la sombra se acuclilla. Las palabras que se expresan, con la ternura que aflora. Y un amor, que llega ahora, en la intransigente espera. Que no se rinda la aurora. No decaigan las sonrisas. No se malgaste la vida, ante las grises quimeras. Que se abatan las tormentas, ahítas de fieras iras. Y, que se amen a tientas, a las amantes siluetas. Ante la estulticia el noble, caminar con la en

  DONDE NACE EL SENTIMIENTO Se quedan en el aliento, los pensamientos furtivos. Que, en los latidos perdidos, escapan de la memoria. Y así, se van sucediendo, girando como una noria, los deseos que se perdieron. Destellos son en el tiempo. Pensamientos que se cruzan, con sentimientos que laten. En los profundos abismos, donde se gestan y nacen. Vibraciones en el aire, que remueven los recuerdos. Como un febril aguacero, que penetra hasta los huesos. Nace el amor entre alientos, que en las miradas se cruzan. Llenando lo que faltaba, con partículas de anhelos. Florece así el sentimiento, como un surtidor que emana. De los más hondos adentros, que palpitan en el alma. Sendas entre los deseos, para que camine el tiempo. Veloces como cometas, en el inmenso Universo. Son como besos ascetas, que se quedan en silencio. En la reflexión profunda, del amor que vive dentro. Amantes son los deseos, que acuden raudos

  VIDAS PERDIDAS Sueños que llegan sin tiempo. Radiante luz entre nieblas. Torbellino de quimeras, entre las letras del verso. Caminos, que son praderas, de infinitos argumentos. Llama la vida al talento. Y el corazón, se abre al verso. El verso cruzó la niebla. Y las sombras que camuflan, del amor, lo verdadero. Amores en los senderos, que esperan en las cunetas. Abre la vida las puertas, para que pase lo nuevo. Amor sinfín, que es la meta. Canta la vida, maestra, en el canto de los tiempos. Y entre sus labios, la brisa, verdad, que mueve lo auténtico. La aureola, que es el cerco, que ilumina lo que hay dentro. En la inalcanzable estrella, que brilla en el Universo. Tiempo, que arrastra los restos, de las vidas consumidas. Sumidas están, perdidas. Hablan los sueños ancestros. Y cantan entre las rimas, los insondables recuerdos. Amores son, como el viento, que, amanece entre los cerros. Hablen las vidas perdidas, que

  VENZA LA VIDA Desde la atalaya mira, el poderoso su reino. Los súbditos, como hormigas, en sus quehaceres fatigan. Ajeno, florece el tiempo, impertérrito y suicida. Sabe el poder que camina, por alfombras de riqueza. Y no siente la pobreza, de a quien le falta pitanza. Teniendo llena su panza, con indiferencia mira. Poderoso don dinero, que a los seres clasifica. Unos trabajan de trueno, otros, de sudores liban. Mientras, la vida camina, al capricho de los tiempos. Aciagos pasan los días, para quien el miedo obliga. Y se pone de rodillas, ante quien su vida achica. Mientras camina la vida, al socaire de los tiempos. Caminos hay entre ortigas, que a quien camina fustigan. Como flagelan los días, a quien vive en la estulticia. Mientras, por nobles senderos, la verdad, libre camina. Que, no se rinda quien ama, la libertad y la justicia. Quien no se doblega al yugo, que quiere su mente ahogar. Que,