Poemas y pensamientos

  TE QUEDAS Y TE VAS Te quedas, más te ausentas. Como la herida queda, Y se va la presencia. El cuerpo se retira, pero queda la esencia. Y se van y se quedan, quienes nunca se olvidan. Una ola se aleja, otra, vuelve a la arena. Amor, que no se queda, pero deja su impronta. La pasión que fue otrora, dejó su fina estela. Y un corazón que llora, ríe después, no se queja. Entre la niebla huye, y en el destello llega. Se fue andando el camino, pero queda la huella. En el cristal la imagen, que la pupila alberga. Y una sonora risa, que el febril eco aleja. Amores que se fueron, que dejaron su muesca. Una sentida herida, que un día se recrea. Una ágil golondrina, que se fue, más regresa. Primavera que huye, Vendrá otra con certeza. La flor, al fin, fenece, pero su aroma impregna. Como dejan su estela, las fugaces estrellas. Y en los atardeceres, cuando la luz se aleja, se quedaron los seres, que alumbraron la tierra. Amores que se fueron,

  SE SUBLIMA LA VIDA Como un carrusel, la vida, sobre su eje, gira y gira. Del corazón, el latido, detiene su caminar. Pero, otro corazón, sigue latiendo al unísono. La vida, en su despertar, de su aliento hace un suspiro. Sollozo desenfrenado, devuelve a la realidad. No le faltan las palabras, ni le sobran las ideas. Cuando la emoción le embarga, se disuelve la silueta. El canto se torna álgido, o entre los granos de arena, se van perdiendo las notas. En el juego de la vida, gana el tiempo, que se mofa. Mientras se apaga hoguera. Inquietante y estático, como marmórea estatua. Mayestático e inmóvil, como una pétrea mirada. Así, se quedó el rostro. Se quedó, así la escena. Colgada está del espacio, Cuál estático planeta. Como una sombra ingrávida, que abrazase a la silueta. Como la marea, la vida, Viene y va, llega y se aleja. Barnizada de matices. Impregnada de nostalgias. Hierático queda el tiempo. Como un perpetuo reflejo, en el cristal de

  RÍO DE BESOS El beso cruzó la atmósfera, para encontrar el camino. El alma siguió su estela, para alcanzar su destino. Y fue la senda tan áspera, que sorteando las trampas. Las dos, llegaron maltrechas. Qué lejos queda el destino. Amores entre las letras. Y besos entre las rimas. Caricias entre las sílabas, que van forjando el poema. La brisa no tiene nombre, aunque el humano la nombre. Mientras el viento hace cábalas, para limpiar los caminos. El beso cruzó la estancia, en busca de un beso amigo. Y en el éter del aliento, encontró lo que esperaba. Brisa que lleva los besos, hacia lugares más íntimos. Besos, que de seda nacen. Otros, viven de esperanza. Beso que envuelve a otro beso, con la pasión de un poseso. Y apasionados deseos, de besos que se entrelazan. El tiempo ya no camina, absorto queda en suspenso. Y las lágrimas salinas, contenidas van saliendo. No cabe en el mundo un beso, que ahíto de amor se plasme. Ni verso que no destape,

  SOÑAR PENSANDO Pensando, solo pensando. Y en el todo de la nada, camino, solo camino. Y al no decir casi nada, sale el pensamiento vivo. Decorándolo de intentos, de descubrir lo que pasa. Soñando el amanecer, voy buscando la mañana. Hambre de saber me araña, el no saber, me desgarra. Saber, del vacío llama, para poder entender. Dolor, que duele el saber. Valor, que el silencio aclama, a conocer lo que emana. Habla, sin hablar la nada, sin los labios, por saber. Y en un lento renacer, sabe la vida temprana, qué queda por conocer. Temor, y miedo a la vez. Sabio pensamiento vuela. Que de tanto conocer, supo conocer la idea. Pensando, solo pensando, llegó al principio soñando. Qué sueño, sueña por él. Resbala el sueño en la noche, y se desliza la vida, sin saber lo que la espera. Saber, empieza en la cuna, donde se duerme la Luna. Siendo la diosa fortuna, la que reparte las fichas. Pensando, solo pensando. Saber, sin saber el sabio. Que r

  MIRADA AUSENTE Flota la mirada ausente. Sin mirar, pero vigila. Ensoñadora mirada, reflejada en las pupilas. Flota en la mágica brisa. Cargada de sueños baila, sin saber bien lo que mira. Enamorada la Luna, busca en la noche el enigma. Cargada de sueños va. Enigmática te mira. Y en sus ojos de misterio, sueñan y viven las vidas. Un manto, que ama y abriga. Sensaciones de vivir, entre el sueño y la vigilia. Viendo pasar lo que brilla, al soñar y despertar. La sombra alargada y fina, tapa, a veces, la verdad, con lo gris de sus pupilas Amores en la calima, que en el karma se disipan. Ausentes queda las rimas, y las sutiles caricias. Olas, que en las rocas gritan, con la voz atronadora, de un vendaval que claudica. Flota, la mirada ausente, entre veladas sonrisas. Y más claras son las noches. Luna de plata, que mira. El amor en los dobleces, de las pieles, ya dormita. El sueño, en la Luna rima. Qué lejos quedó el sonido, de las voces cant

  AMORES EN LAS ENTRAÑAS Salva la vida quien ama, a la tierra, que amamanta. Y se seca la garganta, solo al pronunciar su nombre. Hombro con hombro se afanan, quienes cuidan y respetan. Y no desgarran las carnes, de la tierra que les salva. Canta el ruiseñor, y calla, la voz, que no dice nada. Canta el riachuelo que pasa, por las profundas gargantas. Y son los atardeceres, testigos de tal hazaña. Se acerca el amanecer, despacio, pero sin pausa. La piel de la tierra se abre, para sembrar la cosecha. Y en sus carnes las semillas, de su vientre se alimentan. Y no opone resistencia, que sea su piel labrada. Su generosa paciencia, da ejemplo a quienes la rajan. Canta la alondra en la rama. Y en la flor, la abeja liba, la esencia de sus entrañas. Canta, quien quiere cantar, aunque de sus notas salgan, tonadas desafinadas. Más quien pena, solo canta, las tristezas que le atrapan. Y de la tierra, el amor, solo la pasión le salva. Tierra, que acuna l

  AMOR ENTRE LAS CENIZAS La Tierra, grita y se aíra. Mientras tanto el ser se ocupa, de multiplicar su hacienda. La Tierra sufre en sus carnes, la agresión de quienes medran. Sus entrañas se revelan, ante quienes la flagelan. Mientras se rompen a diario, las normas de la existencia. Canciones que nos recuerdan, de que color son las guerras. Y sonidos que despiertan, del sopor, que nos enquista. Canciones que son banderas. Y truenos entre las fiestas. Canta el mirlo con tristeza, pero, su canto es leyenda. Qué sabe el viento de nombres. Qué sabe de amor el Hombre, si arden en la incertidumbre, las mentes que son humildes. Hoguera de vanidades, envuelta con bellas llamas. Ardiente Sol, que nos llama, para avisar del peligro. Amores entre cenizas. Y entre rescoldos las vidas. Cuáles semáforos brillan, para avivar los sentidos. La canción se torna tímida, si se cambia el estribillo. Y todo, torna y retorna, al lugar donde ha nacido. Grita la Tie

  SOLEDAD DE LOS SENTIDOS Soledad, que me acompañas. Soledad, que me subyugas. Sola, con solo un testigo, para salvar tu confianza. Soledades que se enquistan. Soledades, que te salvan. Y en soledad se concitan, las más profundas batallas. La soledad viene a verme, vestida con ropas blancas. Y en su transparente rostro, se adivina un denso gozo. Lleva la paz y la guerra, en ese verbo incorpóreo. Y en su profunda presencia, se hace sentir que uno, es otro. La ausencia se hace materia, si envuelve la soledad, con su luz el pensamiento. Y se expanden los recuerdos, al pairo de su presencia. La soledad viene a verme, con su talento, que impregna, la mente, cuando se acerca. Soledad, que al tiempo embebe. Soledades que te cercan. Soledad, que el miedo alberga. Que intimida, o que te acerca, al otro yo que te acecha. Solo el pensamiento fluye, con inusitada fuerza, si la soledad te envuelve. Sendas, que en la soledad, más translúcidas se muestran.